Al tratar estos temas con los jóvenes, se puede destacar que los ingenieros proceden de distintos ámbitos y entornos de la sociedad. Se valen de sus conocimientos de tecnología, matemáticas y ciencias, así como también de muchas otras habilidades importantes—tales como la creatividad, la resolución de problemas y el trabajo en equipo—para inventar y construir cosas que marcan la diferencia en la vida de las personas. Al hacerlo, los ingenieros piensan no sólo en lo que es, sino en lo que podría ser, participando así en el proceso divertido y satisfactorio de definir y crear soluciones prácticas nuevas e innovadoras para los retos cotidianos.
Para tener éxito, los ingenieros deben actuar con valentía y audacia, arriesgándose con diferentes ideas que podrían parecer descabelladas, y aprendiendo y ajustándose rápidamente cuando esas ideas no funcionan en su primer intento. Son creativos y valientes, persistentes en el perfeccionamiento de sus ideas y soluciones, y ayudan a construir un mundo mejor.