El dióxido de carbono y ciertos gases de la atmósfera, atrapan el calor que emite la Tierra. A mayor cantidad de estos gases en la atmósfera, más calor queda atrapado.
Desde la Revolución industrial de finales del siglo XIX, la actividad humana, como el consumo de combustible fósil (petróleo, gas natural, carbón mineral) para generar energía y la quema de bosques para despejar terrenos, ha producido emisiones de dióxido de carbono en continuo aumento. Esto ha incrementado de manera dramática la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera. A medida que aumentan las concentraciones de dióxido de carbono, también aumenta la temperatura promedio del planeta.
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Analiza la siguiente gráfica que muestra cambios en la temperatura y las concentraciones de dióxido de carbono a nivel global, de 1880 al 2019. Luego usa “Ordénalo” para predecir cómo afecta el calentamiento las diferentes partes de los sistemas de la Tierra.
Esta gráfica muestra cómo el promedio de la temperatura global (eje izquierdo, línea blanca) y la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera (eje derecho, línea roja) han cambiado desde 1880. La temperatura está reportada como “anomalía en la temperatura,” que es el número de grados Celsius por encima del promedio del periodo de 1951 a 1980. En el 2017, las temperaturas alrededor del mundo eran, en promedio, un poco más de 1.1 °C (o unos 2 °F) más cálidas de lo que solían ser.