En 1779, tres años después de que se firmara la Declaración de Independencia, Rosamund Bentley comenzó su propia lucha para asegurar su libertad emprendiendo acciones legales contra su esclavizador, Anthony Addison.
Bentley había nacido en la esclavitud bajo la ley de Maryland de 1664, que asignaba a los niños el mismo estatus legal que sus padres. La ley se aprobó para desalentar los matrimonios interraciales.
La bisabuela de Bentley era una sirvienta forzada blanca llamada Mary Davis que se había casado con Domingo, un hombre legalmente clasificado como un africano esclavizado. Utilizando testigos oculares y otros testimonios jurados, Bentley afirmó que la identidad racial de su bisabuelo había sido categorizada erróneamente, y que él era de origen nativo americano en lugar de africano. Argumentó que la ley instituida en 1664, que condenaba a los niños nacidos después de su promulgación a la esclavitud de por vida, no se aplicaba a su madre, abuela o ella. Convenció con éxito a la corte de Maryland y ganó su caso en 1779. Sin embargo, la documentación oficial que afirmaba su libertad y la de sus hijas se demoró cinco años.
Ilustración en acuarela de un capataz y dos mujeres esclavizadas, Virginia, 1798.
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Por la presente, emancipo y libero a la mujer negra Rose Bentley, también a Nancy y Eleanor, hijas de dicha Rose Bentley, a ellas y a su posteridad, y para mí, mis herederos, albaceas y administradores, renuncio para siempre a toda afirmación a la mencionada Rose Bentley y a sus hijas Nancy y Eleanor y a su posteridad, en testimonio de lo cual firmo y sello este día de abril de mil setecientos noventa y tres.
[ilegible] Estas personas han estado fuera de mi servicio ocho años.
Testigo: David [ilegible] A. Addison
– Manumisión de Rosamund, Nancy y Eleanor, 1793
