Los partidarios de la esclavitud antes y después de la Guerra Civil trataron de justificar la esclavización de más de 4 millones de personas negras creando falsedades sobre la institución de la esclavitud. Un mito que aún persiste hoy en día es el del “esclavo feliz”: contento con la esclavitud y viviendo en una versión falsamente romantizada de la vida en las plantaciones. Aunque sabemos que las personas esclavizadas se resistieron a la esclavitud y que muchos buscaron su libertad participando en rebeliones de esclavos, escapando y alistándose como soldados de la Unión durante la Guerra Civil, los historiadores tienden a centrarse en los hombres, no en las mujeres, que persiguieron tales medios.
Sin embargo, las mujeres negras esclavizadas también desempeñaron un papel activo en la búsqueda de su libertad. Además de participar en casi todas las rebeliones de esclavos registradas que tuvieron lugar en las colonias y estados americanos, ayudando o guiando a los fugitivos y apoyando al ejército de la Unión, algunas mujeres negras esclavizadas también demandaron su libertad legal en los tribunales. En sus argumentos, utilizaron el lenguaje y las ideas de la ley colonial y las constituciones estatales. En muchos casos, sus esfuerzos también ayudaron a asegurar la libertad de los que vinieron después.
Aunque todavía estamos descubriendo historias como éstas, esta lección se centrará en cinco mujeres esclavizadas que tuvieron diferentes grados de éxito al tratar de utilizar los tribunales para asegurar su libertad.
“Mujer esclavizada,” una silueta del artista francés Auguste Edouart, Nueva Orleans, 1844.
