El color y brillo de un eclipse total de Luna puede ser amarillo, anaranjado, rojo o marrón, pero también muy oscuro.
El color varía de un eclipse a otro según las condiciones climáticas y las partículas en la atmósfera de la Tierra. Factores como las nubes, la precipitación o el polvo afectan el paso de la luz a través de la atmósfera. Por ejemplo, el gas y el polvo provenientes de las erupciones volcánicas bloquean la mayor cantidad de luz solar que atraviesa la atmósfera, de modo que un eclipse lunar en esas condiciones sería muy oscuro y apenas visible.