El aumento en el derretimiento del hielo marino hace que el océano absorba más radiación, lo que produce un aumento en la temperatura del océano y, a su vez, causa que se derrita más hielo, continuando así el ciclo. En otras palabras, una causa (calentamiento) resulta en un efecto (derretimiento del hielo), lo que a su vez se convierte en una causa que produce otro efecto (disminución del albedo, de modo que más radiación es absorbida y el océano se calienta más), resultando en un ciclo perpetuo de causa y efecto. El efecto hielo-albedo es un ejemplo de un ciclo de retroalimentación. En un ciclo de retroalimentación, la salida de un sistema es “retroalimentado” en el sistema como una entrada, creando así una cadena de eventos que se repiten en un “ciclo”. El ciclo de derretimiento del hielo marino, que conlleva a la pérdida de más hielo, es un ejemplo de un ciclo de retroalimentación positiva o de refuerzo. En un ciclo de retroalimentación positiva (de refuerzo), el cambio inicial al sistema se fortalece o amplifica.
El ciclo de retroalimentación hielo-albedo es importante para la Tierra. Dado que afecta al clima global, es un ejemplo de una retroalimentación climática, donde las entradas y salidas del sistema climático determinan cuánto y qué tan rápido se calienta o enfría el clima con el tiempo.
Predice qué ocurrirá si el clima se enfriara. Haz clic en Ordénalo y completa el diagrama para representar el ciclo de retroalimentación que resulta.