¿Cuál es la evidencia? Mediciones de variaciones (“bamboleos”) en la rotación sobre su eje de un planeta; mediciones de anomalías gravitacionales en un planeta, como regiones con un aumento o disminución de masa, inferidas a partir de los cambios de velocidad de una nave espacial cuando orbita al planeta
¿Qué indica? Cuánto se bambolea un planeta depende de la inclinación de su eje de rotación y cómo está distribuida la masa en el planeta; esto quiere decir que las variaciones de movimiento de un planeta, a medida que rota, nos informan acerca de las propiedades internas de este, como el tamaño y densidad de su núcleo y si este es sólido o líquido. Aprender acerca de las propiedades y evolución del núcleo de planetas como Mercurio, ayudará a los científicos a entender mejor a la Tierra y su rol en el sistema solar.
Limitaciones clave: Las operaciones y el rastreo de teledetección (detección a distancia) desde una nave espacial pueden estar limitados por su posición orbital, su orientación, momento del día y cuestiones de programación
Ejemplo: Interior de Mercurio
A medida que orbitaba Mercurio, la nave espacial MESSENGER reunía datos que incluían cómo estaba distribuida la masa en el planeta y cómo variaba el grosor de la corteza. Basado en la rotación del planeta y cómo la gravedad de este afectaba a la nave al orbitarla, la información que reunió MESSENGER ayudó a los científicos a hacer un modelo de la estructura interna de Mercurio y a determinar que, al igual que la Tierra, Mercurio tiene un núcleo interno metálico y sólido. El núcleo interno de Mercurio constituye cerca de la mitad de todo su núcleo (el radio total del núcleo es 2,004 km). Como se muestra en el diagrama, el núcleo de Mercurio es enorme y corresponde a cerca del 85 porciento del volumen del planeta.