A medida que el aire húmedo se mueve hacia la cordillera, la pendiente de las montañas lo obliga a subir (ver diagrama de la derecha).
El diagrama de la izquierda ilustra cómo la presión del aire, que está en lo alto de la atmósfera, es más baja porque hay menos moléculas que presionen desde arriba. Por lo tanto, el aire húmedo que sube se expande a medida que la presión disminuye. Cuando las moléculas se separan, liberan energía, se vuelven más lentas y baja la temperatura.
La temperatura suele disminuir unos 5.5 °F por cada 1,000 pies que sube. Por ejemplo, si la cima de esta montaña alcanza los 8,000 pies de altura, la temperatura en la cima sería ¡44 °F más fría que en la base
de la montaña!